Conoce el concepto integral de arquitectura energética del actual teatro Daoiz y Velarde
El edificio rehabilitado es el antiguo cuartel Daoiz y Velarde, exento de propiedad municipal y situado en la calle Alberche (Madrid). Se encontraba abandonado y en desuso antes de comenzar la rehabilitación. Eneres intervine proponiendo nuevas oportunidades de ahorro energético.
La planta de la nave protegida es trapezoidal. Tiene unas dimensiones de 85.9 x 23.1 x 86.2 x 30.9 m. Se desarrolla como un único volumen de sección constante. La cubierta en diente de sierra de tipología industrial está construida con cuchillos de perfiles metálicos.
El sistema estructural denota un lenguaje puramente funcional y sin alardes estéticos. La distribución aporta al conjunto de la nave, en su apreciación interior, los valores de la secuencia y una gran ligereza en sus elementos.
El antiguo cuartel Daoiz y Velarde se ha rehabilitado para albergar el centro cultural del distrito y un teatro para niños. Estos han sido proyectados como dos edificios independientes, con servicios, accesos e instalaciones separadas.
La intervención en los cuarteles respeta su fachada y su estructura metálica de pilares y de cubierta, vaciando dos sótanos en el interior. El vaciado alcanzó una profundidad de 13 metros, conservando la fachada y sustentándola mediante una pantalla de pilotes perimetral.
Gracias a un estudio primoroso de la cubierta, se ha conservado la nave antigua convirtiéndola en un contenedor altamente tecnificado, capaz de aprovechar la luz y la ventilación natural, para crear en su interior un microclima, un lugar protegido y confortable en cualquier época del año. Al multiplicar la superficie de la envolvente subterránea con respecto al proyecto inicial, se mejora substancialmente la conservación de temperatura, al estar gran parte de ésta bajo rasante. Por su parte, el aprovechamiento de la luz se consigue por medio de una cubierta de vidrio y zinc.
El circuito cerrado de captación geotérmica está formado por 33 intercambiadores verticales de 157 m de profundidad en los que se han introducido sondas doble U de 32 mm de diámetro.
Los intercambiadores están constituidos por dos bombas de calor geotérmicas de 90 kW que a su vez alimentan las losas estructurales del edificio, incorporando en el circuito una masa de 500 kg/m2. El hormigón trabaja como dispositivo acumulador, transmisor y absorbedor de energía que nos permite resolver la climatización del edificio.
La ejecución de una nueva estructura de hormigón ha permitido incorporar unos circuitos caloportadores para termoactivarla y utilizarla como sistema radiante de climatización.
Por su parte, los intercambiadores geotérmicos tierra-aire están construidos bajo la losa de cimentación, aprovechando la capacidad de intercambio térmico del terreno para el acondicionamiento térmico del aire de aportación, consiguiendo 2/3 del consumo inicial de ahorro.
El intercambiador tierra-aire actúa como medio de transferencia de energía entre el terreno y el aire. El aire circula por el interior de un colector enterrado y cede o capta calor del terreno. De esta manera, al introducirse dicho aire en el edificio a través de las UTASs tendrá una temperatura más cercana a la requerida, y el salto térmico será menor que si se tomara del exterior.
Los espacios interiores se han configurado de tal manera que el centro cultural del distrito y el teatro para niños, aunque independientes, queden interrelacionados e interconectados.
Se ha pensado en la creación de un amplio espacio común para las comunicaciones entre el centro cultural y el teatro. Un lugar de convergencia, orientación y exposición que funciona como un ágora protegida, a modo de extensión de la plaza exterior en el interior. De esta forma, el complejo cultural queda interrelacionado con los espacios públicos exteriores.
Promotor
Área de Gobierno de las Artes. Dirección General de Infraestructuras Culturales
Arquitecto
Rafael de la Hoz
Constructor
Fernández Molina, Obras y Servicios
Servicios Eneres
Concepto integral de arquitectura energética